
Viajar de ciudad en ciudad en Europa es algo que terminas haciendo casi de manera involuntaria. La buena conectividad y la fama de cada ciudad con la que te vas cruzando, de alguna manera te obliga a visitarlas y no pensar, o dejar en segundo plano los paisajes naturales que tan acostumbrados estamos en Sudamerica.
Italia es uno de los puntos turísticos más potentes de Europa y claro esta que en este país no paras de descubrir ciudades y pueblos que alguna vez escuchaste nombrar en una serie, película, noticiario, revista, blog, etc. Roma, Venecia, Florencia, Viena, Pompeya, pisa, etc. (Solo por nombrar algunos)
Para los que gustan de lugares más "rebuscados" o no de taaanta fama, tenemos los bellos pueblos ubicados en Cinque Terre. Ya muy conocidos por muchos pero aun desconocidos para otros. Patrimonio de la humanidad por la Unesco se caracteriza por sus bellas casas de colores construidas algunas casi en acantilados a la orilla del mar de Liguria. Cinco pueblos muy Turísticos = caros que sin exagerar, me sorprendieron muy gratamente por las alternativas que ofrece.
Cada pueblo tiene su caos interior provocado por la cantidad de gente que lo visita (como la gran mayoría de las ciudades en Italia) la vida común que me imagino dependía de la pesca, se vio totalmente absorbida por el turismo (como pasa en muchos lugares de Italia) y los precios tanto de alimentos y arriendos claramente no son para cualquier tipo de bolsillo, tanto así que nuestra visita tuvo que ser solo por el día.
Dentro de este clásico escenario italiano de caos y desborde turístico aparece un camino que une a los pueblos, pero que se debe hacer caminando. UN SENDERO! si un sendero. Después de meses sin ver nada parecido, apareció un sendero en este bello lugar que no me esperaba tuviera este tipo de conexión por la geografía del lugar. (Donde hay que pagar la entrada para poder caminar esto!?)
Recuerdo que elegimos hacer el camino entre Vernazza y Corniglia, una ruta que nos habrá tomado unas dos horas de recorrido, con una dificultad media debido a cuestas, escaleras, y pequeñas lluvias que no refrescaban de vez en cuando. Pequeñas casas en medio de la nada aparecían de vez en cuando, tal vez habitadas por gente local, (difícilmente) más probable que sean para turistas jajaj, puntos en los que solo veías mar, y lo mejor de todo, muy poca gente haciendo la ruta, ya que como mencione anteriormente, la distancia no era menor y si sumamos los obstáculos, claramente no es una ruta para cualquier persona.
Para mí personalmente fue uno de los mejores momentos de mi recorrido por Europa, lograr salir del caos turístico no es fácil, lograr encontrar momentos de intimidad junto a la naturaleza tampoco es fácil, además de que no te cobren también es un beneficio a destacar jajaj.
Recomiendo totalmente visitar estos pueblos, muy bellos que si buscas en Google, podrás ver fotos con los colores totalmente saturados. ¡No es así cómo se ve en vivo! En mi foto también hay eq de colores, pero intenté mantener la realidad de ese atardecer que tuve el bello privilegio de poder admirar en esa bella ruta.