Destaco esta bella fotografía tomada a las 6 am en Venecia - Italia.
Un arribo realmente maravilloso y espectacular, sales de la estación de tren e inmediatamente te enfrentas a un escenario único que te sorprende a pesar de toda la información visual que uno adquiere de este lugar a lo largo de su vida.
Olvidas el peso de la mochila, emocionado de ver a esas horas de la mañana a los botes recolectores de basura, los botes de policía, los botes ambulancia y a los locales ya en camino a sus lugares de trabajo.
Realmente te das cuenta de que estas en una ciudad única, y que a pesar de lo costoso que puede llegar a ser la estadía y la alimentación, todos los papeles con sellos que salgan de tu bolsillo o tus dígitos almacenados en una tarjeta plástica, valdrán la pena.
Valdrán la pena hasta que la hora avanza y a eso de las 10 de la mañana los turistas comienzan a salir como abejas recolectoras de fotos para Instagram, desde sus hoteles CAROS!, a consumir lo que ofrece esta pequeña ciudad. (Comida, souvenirs, paseos en góndolas, y ego para tus redes sociales)
Ya a al mediodía la situación se vuelve casi insostenible, no encuentras lugares para comer, comprar cualquier cosa se transforma en un trámite de 30 minutos mínimo, todas las calles atestadas de gente, y una lucha infinita por lograr tomarte una foto MALA! en alguno de los lugares emblemáticos de la ciudad.
Si sumas a esto, el sol pegando fuerte, la humedad del lugar, y la imposibilidad de no encontrar un lugar en el que puedas escapar de todo eso, ya todo se torna algo desagradable, y te comienzas a dar cuenta que realmente
¡NO ESTÁS DISFRUTANDO TU PASO POR VENECIA!
