
Mi llegada a México hace 6 meses no fueron vacaciones ni una necesidad o idea planeada con antelación, fue un accidente producido por el Covid. No estaba en mi itinerario de viaje pasar por México, pero debo decir que si ha sido un bello accidente que me ha permitido vivir tranquilo y con algunas libertades controladas que en otros países ya no hay. Un elemento que considero esencial para el bienestar de mi salud mental, y que considero que es una de las cosas que más peligra en él cada uno de las personas que están siendo sometidas a rigurosas medidas de cuarentena, o control social.
Destaco esta fotografía tomada en Playa del Carmen el día 2-01-21 para hablar de las aglomeraciones made in COVID. El virus no ha pegado de la misma forma a todas las personas y eso se evidencia claramente con la cantidad de turismo que están absorbiendo algunos puntos que aún permiten la llegada de turistas como lo es la provincia de Quintana Ro en México, que alberga algunas de las ciudades más turísticas de todo México y conocidas a nivel mundial como lo son Cancún, Playa del Carmen, Tulum, por nombrar algunas.
El fenómeno es curioso, mientras existe una clase baja que está luchando literalmente por sobrevivir, (y a la que no se le permite legalmente trabajar por motivos de seguridad) Una clase media baja que vive, pero no puede darse el lujo de salir. Una clase alta que no le interesa nada y viaja a donde quiera, porque siempre ha sido así y tienen el dinero para pagarlo (y nadie les puede decir nada por qué tienen plata). Aparece una clase media “Alta”, se me ocurre algo irresponsable, desesperada por salir, consumir, distraerse, algo egoísta, o que simplemente quiere cambiar el chip de los meses que la gran mayoría estuvo encerrada en sus casas. Hoy en día son personas juzgadas por la sociedad a través de las redes sociales y los medios de comunicación con muchos adjetivos (más negativos que positivos) ¿Son realmente seres egoístas que no piensan en el de al lado, ateos, comunistas, conspiranoicos, individualistas? o tal vez ¿son personas que necesitan respirar nuevos aires para llenarse de nuevas energías y así coordinar sus chacras con su espiritualidad?, o tal vez ¿son unos conchas de su madre que solo piensan en tomar y drogarse? lo más probable es que si sean gente de mucho dinero egoísta, que no le interesa nada ni nadie más que su propio disfrute.
Las alternativas son muchas. Mi reflexión termina en
"Cuidemos nuestra salud mental, física y emocional (Y la de nuestro entorno), como nos cante el culo" pero cuídala.